Visitar Olite es viajar a la Edad Media Navarra, mientras que recorrer el Castillo-Palacio de Olite es adentrarse en uno de los edificios más lujosos de su época.
Los reyes de Navarra ya tenían palacios disponibles en Pamplona, Olite, Estella, Tudela o Sangüesa, pero con la llegada al trono de Navarra de Carlos III el Noble (quien reinó desde 1387 hasta 1425), las exigencias para con sus lugares de residencia subirían varios peldaños.