En una excursión por Navarra, se puede disfrutar desde los grandes bosques de la Selva de Irati hasta el desierto de las Bardenas Reales. Esta gran diversidad de paisajes que hay en un territorio tan pequeño como el que pertenece a Navarra también se extiende en lo que se refiere a sus lenguas, su cultura y sus construcciones.
En nada se parece las casas de la Ribera navarra a las que hay en los valles del norte, los valles del Baztán-Bidasoa y los valles del Pirineo. El clima, la orografía del terreno y las formas de vida han definido la vivienda de sus habitantes.