Desde la Selva de Irati, pasando por la Foz de Lumbier, el río Irati hará un largo recorrido que le llevará una vez unido al río Ebro, hasta el Mediterraneo.
El río Irati ha ido desgastando a su paso la roca de la montaña dividiéndola en dos y creando un cañón conocido como la Foz de Lumbier. Para los caminantes y carreteros era un problema atravesar las aguas del Irati, sobre todo cuando éste venía crecido por las lluvias o el deshielo en las montañas del norte de Navarra. Hasta que en el siglo XVI, se construyó sobre el río Irati, un puente de 15 metros de altura que unía las dos orillas de la Foz de Lumbier.
Puente cortado sobre el río Irati
El popularmente conocido como «Puente del Diablo» debe su apodo a una leyenda en la que se cuenta que el puente fue construido por Satanás al hacer éste un pacto con una princesa de la zona.
Construido por Satanás o por alguien menos importante, el puente permitió a los viajeros salvar el curso del río Irati hasta 1812, en que fue destruido durante la Guerra de la Independencia.
Hay dudas sobre a quien cargarle la culpa de la destrucción del puente, esta vez el Diablo está fuera de sospecha y se duda de si fue el ejército de Napoleón o el guerrillero navarro Espoz y Mina. La verdad es que los dos tenían antecedentes de arrasar los lugares por donde pasaban.
En Navarra, Espoz y Mina en su táctica de evitar que se refugiaran los franceses, quemó el Castillo de Olite, bombardeó Tafalla para sacarlos de allí, y en las guerras carlistas quemó Lecaroz en el Valle del Baztán.
La leyenda dice que la decisión de destruir el puente no fue compartida por los soldados de Espoz y Mina, ya que al no haber puente, iba a ser muy difícil escapar de los franceses por los riscos de la Foz de Lumbier y la Sierra de Leyre, lugares donde se escondían y preparaban sus emboscadas. Para convencer a sus hombres Espoz y Mina montó a su caballo y de un salto ganó la otra orilla, cosa bastante difícil para un caballo, tal vez lo hizo sobre uno de los abundantes buitres que viven en la Foz de Lumbier. Sea como fuere, así lo contaban en las tabernas de la época…..