El Cid Campeador y Navarra están unidos por varios acontecimientos a lo largo de su historia. Navarra o por entonces el reino de Pamplona, en la época a la que vamos a viajar estaba en continuas disputas para evitar ser absorbida por sus reinos vecinos, Castilla y Aragón.
Precisamente en un litigio entre Navarra y Castilla en el año 1066 por la posesión de Pazuengos, lugar situado en la actual Rioja, fue cuando el Cid tuvo su primera lid descrita en las crónicas.

Ujué, el Tenente de su antiguo castillo pudo ser el contrincante del Cid.
Crónicas navarras, «Linaje del Cid Campeador«, 1154 – 1194
«Pues combatió Rodic Diaz por su seynor el rey don Alfonso con Xemen Garceys de Turrilas, qui era muyt buen cavalleyro, et matalo.»
Hay dudas de quien fue el contrincante del Cid, Xemen Garceys o Jimeno Garcés, ya que en aquella época no se complicaban mucho a la hora de pensar nombres y casi siempre se utilizaban los mismos, habiendo varios Jimeno Garcés. Lo más probable es que sería el militar de más alto rango del ejército de Navarra y además según conjetura que explica el blog ujue-uxue.blogspot.com, también sería el Tenente del castillo de Ujué, una de las fortalezas más importantes de Navarra.
La victoria del Cid ante el representante de Navarra, daría el territorio en disputa a Castilla y el apodo del Campeador a Rodrigo.
Pero la vida da muchas vueltas y es caprichosa, ahora lucho contra Navarra y luego caso a mi hija con el hijo del rey de Pamplona. La hija del Cid Campeador Cristina, se casó con el hijo bastardo del rey Sancho Garcés IV de Navarra, Ramiro Sanchez de Navarra, Señor de Monzón. El hijo de ambos, García Ramirez, sería posteriormente elegido rey de Pamplona o Navarra, lo que convierte al Cid Campeador en el abuelo del rey de Navarra.
La relación del Cid Campeador con Navarra no acaba aquí. En el castillo de Marcilla se guardó desde 1470 la espada Tizona del Cid, cuya inscripción dice «Io soy Tisona, Fue fecha en la era de mile quarenta». Fue cedida por Fernando el Católico en agradecimiento a Mosén Pierres por mediar en su boda con Isabel la Católica. Permaneció en Marcilla hasta la Guerra Civil, cuando fue trasladada al Museo del Ejército y en 2007 la adquirió la Junta de Castilla y León por 1.600.000 euros. Esta venta fue objeto de una gran polémica, el conflicto se origina porque el décimo quinto Marques de Falces, el heredero de la espada, poco antes de morir en 1980, nombró heredero universal a su cuidador que dejó la Tizona en el Museo del Ejército de Madrid. La sorpresa llegó en 2008, cuando las hijas del cuidador se enteraron de que el actual Marqués de Falces, sobrino del anterior, había vendido la espada a la Junta de Castilla y León por la dicha suma, reclamando al Marqués la mitad del dinero, algo más de 750.000 euros. En noviembre del 2016 el Alto Tribunal determina que José Ramón Suárez-Otero Velluti, XVI marqués de Falces, era el titular por herencia de la espada y podía disponer íntegramente de ella, como hizo al venderla en 2008 por 1,5 millones de euros.