Al viajar a Navarra, en cualquier bar de Pamplona, Elizondo, Olite, Ochagavía etc, da igual pueblos del norte o del sur, a la hora de la sobremesa, podrás observar un ritual que se mantiene generación tras generación. Alrededor de una mesa, de cuatro en cuatro, los navarros se juegan al mus el honor y el pago de los pacharanes que se consuman durante la partida de cartas.
El pacharán es una bebida obtenida de la maceración de los frutos de un arbusto silvestre, el endrino o Prunus Spinosa en anís. El nombre de pacharán podría venir de su traducción del euskera de pattaran, donde pattar significa aguardiente y aran es ciruela o de basarán que se traduciría como ciruela del bosque.
En Navarra los frutos del endrino se conocen por varios nombres:
«Endrinas», por ser el fruto del endrino. «Pacharanes», por ser el fruto con el que se hace el pacharán. «Basaranes», del euskera como ciruelas del bosque. «Arañones», que se dice que viene de los arañazos que te hacías al recoger los frutos con los pinchos del endrino.
Para muchos el origen del pacharán estaría en Navarra y en un principio se utilizaría para los dolores de estómago. Quien sabe si lo utilizarían las curanderas como remedio curativo y a alguna se le fue la mano con el alcohol, acabaron bailando desnudos y la curandera pasó a la categoría de bruja. Bromas aparte, sí que está datado que la reina Doña Blanca de Navarra lo usó en 1441 para aliviar sus dolores de estómago aunque también hay constancia de la utilización de diferentes licores hechos con endrinas por el norte de la península y Francia.
Lo cierto es que en los años 50 el consumo de pacharán estaba ya muy extendido por Navarra donde en cada casa hacían el suyo propio, hasta que en 1956, la familia Velasco, originaria de Viana (Navarra), curiosamente tierra de excelentes vinos, comienza a industrializar la producción de pacharán sacando la marca Zoco ( nombre inspirado en el mítico jugador navarro de fútbol Zoco, quien jugó en el Osasuna, Real Madrid y selección española ).
Gracias a la expansión de esta marca y a los jóvenes navarros que iban a hacer el servicio militar con una botella de pacharán en el macuto, su consumo fue extendiéndose por toda la geografía española.
Ante la falta de abastecimiento de endrinas por la creciente demanda, la familia Velasco recurrió al injerto para intentar conseguir un tipo de endrino domesticado que podrían cultivar.
Tras diez años de pruebas, ya tenían cultivos de endrinas en Navarra y en 1995 se instalan en la finca del Palacio de la Condesa de la Vega del Pozo en Dicastillo, donde continúan elaborando el pacharán Zoco. Hoy en día, es solo una de las muchas marcas que se elaboran en Navarra. Pruébalas y escoge la que más te guste.

Destilería del pacharán Zoco en la finca de la Condesa de la Vega del Pozo en Dicastillo
Navarra excursiones aconseja su consumo con moderación y siempre después de una buena comida 🙂