Viajar a Navarra y a Pamplona va a ser una constante a partir del 6 de Julio, miles de personas van a visitar Pamplona para hacer excursiones de bar en bar o en el caso de los guiris, recorrer sus calles con la botella de sangría Don Simón en la mano. La población de Pamplona se quintuplica para celebrar San Fermín, pero, ¿cuantos conocen el por que de esta celebración y quien era este santo?
El encierro
Según cuenta la tradición, en Pompaelo (actual Pamplona) en el siglo III, en los tiempos en los que viajaron a Pamplona San Saturnino y su discípulo San Honesto para predicar el cristianismo y bautizar los primeros cristianos de la ciudad, la esposa del senador pagano Firmo, dio a luz a un niño al que más tarde bautizaría el mismísimo San Saturnino, primer obispo de la ciudad de Tolosa (Toulouse) con el nombre de Fermín.
Tras su bautizo, sus padres pusieron al joven Fermín bajo la tutela de un predicador de Nimes, presbítero y compañero de San Saturnino y del que el joven Fermín aprendió además de la religión cristiana, el arte de la evangelización, el nombrado San Honesto. Cuando el joven Fermín cumplió 18 años fue ordenado en Toulouse y tras atravesar la Galia, llegaría hasta Amiens, donde tras organizar la iglesia local, es nombrado obispo con 24 años.
Sin embargo, La oposición oficial solicitaría varias veces a Fermín que cesara de predicar la doctrina cristiana y especialmente a quienes se dirigían al templo de Júpiter. Fermín hizo caso omiso, y siguió con su prédica. Pero su actitud perseverante le llevó a ser encarcelado y tras negarse una vez más a seguir predicando, finalmente fue decapitado.
A partir del siglo X, los aquitanos que se habían instalado en la ciudad de Pamplona sentían gran devoción por el que había sido obispo de Tolosa (san Saturnino) y, especialmente, por san Fermín. Esta devoción aumentó, a partir del s. XII, concretamente el año 1186, cuando Pedro de París, obispo de Pamplona, embajador y consejero del rey Sancho VI recibió de Amiens la cabeza de santo como reliquia.
Sin embargo, el culto a san Fermín, se intensificaría a partir siglo XVII, debido a una contraposición del clero secular a la devoción hacia san Francisco Javier, patrocinada por los jesuitas. Aquel conflicto, entre “ferministas” y “javieristas” finalmente tuvo que acabar con la intervención del papa Alejandro VII, que proclamó, en 1657, a san Fermín y a san Francisco Javier copatronos principales deNavarra.
Pero además, San Fermín es el patrono de la diócesis de Pamplonay ha sido celebrado en la liturgia en diversas fechas: el día 13 de enero, en recuerdo por el hallazgo de sus reliquias, el días 25 de septiembre, en conmemoración de su martirio, y el día 10 octubre por festejarse su entrada en Amiens. Esta última era la que se celebraba en 1591, cuando el obispo de la ciudad trasladó, a petición del pueblo, la fiesta al día 7 de julio por ser el tiempo más cálido y para que coincidiera también con la feria de ganado, que cada año tenía lugar del 29 de junio al 18 de julio.
Con los años se le fue añadiendo el buen vino y la comida navarra, la música, los bailes y desde el siglo XVI la insolencia de unos mozos que saltándose la prohibición de las autoridades. deciden salir a las calles para ponerse delante de las astas de los toros que llegaban a la ciudad. Cuando a un corresponsal de un periódico canadiense le llegan las noticias de un lugar donde la gente corre delante de los toros, decide viajar en 1923 a Pamplona para comprobarlo. Aquel viaje de Ernest Hemingway cambiaría su vida y la de los San Fermines para siempre.
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