Sin entrar en el análisis de la película, (hay opiniones para todos los gustos) lo que si me llamó la atención fue la manera de llover durante toda la película, que barbaridad…. Es verdad que el norte de Navarra es húmedo, por eso es tan verde y tan hermoso, pero a mitad de película me estaba empezando a preocupar en mi butaca, a ese ritmo de lluvia el río tiene que estar a punto de desbordarse, le comenté a mi amigo sentado al lado mío. Él también parecía preocupado, como pescador de salmón que es, se estaba preguntando si todo ese agua se llevaría las huevas de los salmones del río Bidasoa. Creo recordar que en la novela también llovía a menudo, pero describía un xirimiri, una lluvia suave, en la peli en cambio, caía la lluvia a cántaros y amenazaba con repetirse una riada como la que arrasó Elizondo en 1913.
Afortunadamente, la detective Amaia Salazar resolvió el caso y la lluvia cesó. Fueron más de dos horas de película, equivalentes a unos siete u ocho días de novela (no estoy seguro) sin parar de diluviar. Pude salir más tranquilo del cine sabiendo que al Valle del Baztán no se lo llevaron las aguas. Puedo decir que a día de hoy, no llueve en Elizondo, y no se esperan lluvias de esa magnitud hasta el estreno de la segunda película sobre la trilogía del Baztán «Legado en los huesos».