En el siglo XII se concluyó la construcción del conjunto, de estilo románico construido sobre otro anterior prerománico de hacia el siglo IX. En su interior se encuentra un retablo románico del siglo XII o anterior, considerado como una de las principales obras de esmaltería de Europa, que atrajo la atención de el famoso ladrón de arte conocido como Erik el Belga, que en 1979 lo robó. En 1981, entre la policía francesa y la italiana se logró recuperar las piezas más importantes, y fueron detenidos varios miembros del llamado clan de los marselleses.