En las excursiones por el Valle del Baztán, la Selva de Irati, Bardenas Reales o Nacedero del Urederra vamos comprobando que los colores van cambiando según avanza el calendario hacia la primavera.
Por el siempre verde Valle del Baztán van surgiendo los colores de las nuevas flores en los prados, mientras los centenarios caseríos se visten de gala con el colorido de los geranios en sus ventanas, balcones y entradas.
Las nuevas flores colorean los siempre verdes prados del Valle del Baztán.
La Selva de Irati irá cogiendo un color verde intenso a medida que las hojas de las hayas vayan brotando, en contraste con el blanco de la nieve que aún perdura en las cercanas cumbres de los Pirineos.
También hay en la naturaleza de Navarra colores que perduran constantes a lo largo del año como las preciosas aguas de color turquesa del río Urederra, aunque sí que varían sus diferentes tonalidades según el ángulo de los rayos de sol que caen sobre ellas a través de las recién brotadas hojas de las hayas o de la cantidad de agua que surge de las entrañas de la Sierra de Urbasa.
Urederra
El color ocre del desierto de las Bardenas Reales también es constante durante todo el año, aunque adornado en esta época por el color que aporta el florecimiento del romero y otras plantas aromáticas o el verde de los primeros brotes de cereal de los campos de cultivo de alrededor.
Bardenas Reales
La primavera también era el momento esperado por los habitantes del sur de la península para visitar Navarra en el siglo X. Aunque por aquella época no venían a sacar fotos a Navarra precisamente, los ejércitos del Califato de Córdoba esperaban a que en Pamplona subieran las temperaturas para hacer una visita y arrasar todo lo que encontraban en su camino para recordarle al rey de Pamplona que debía pagar sus tributos al Califa de Córdoba si querían vivir tranquilos.
Mil años después, los muchos visitantes que vienen a Navarra solo arrasan con los pintxos de las barras de los bares después de haber disfrutado de alguna las muchas excursiones que Navarra tiene para ofrecer.
Ha llegado la primavera, tiempo para disfrutar de Navarra entera.
Al viajar por Navarra por los valles situados al norte de Pamplona, valles de Baztán-Bidasoa, Roncal, Salalazar, etc o también en puntos de la Zona Media de Navarra, se puede tener la oportunidad de avistar unas construcciones que destacan sobre las demás, edificios que nos trasladan a tiempos de espada, honor y poder. Son las conocidas como casas torre y palacios cabo de armería. Muchas de ellas han perdido aquella prestancia señorial y guerrera que las gentes de la tierra temían y respetaban y se han reconvertido en caseríos de labranza habitadas por gente sencillas que nada tienen que ver con los antiguos palacianos. Otros permanecen abandonados con sus viejos muros agrietados o en ruinas. Pero aún hoy, algunos continúan habitados por los descendientes de sus antiguos señores o bien por nuevos dueños que han sabido restaurarlos devolviendo a las piedras su nobleza y carácter.
EXCURSION SELVA DE IRATI, FOZ DE LUMBIER Y OCHAGAVÍA. Domingo 24 de octubre y 1 de noviembre.
EXCURSIÓN VALLE DEL BAZTAN Y CUEVAS DE ZUGARRAMURDI. Domingo 31 de octubre.
La Selva de Irati resalta por el blanco de la nieve en invierno, por su verde intenso en primavera y por su gama de colores rojizos y ocres en otoño. Siempre es un placer visitar el segundo hayedo-abetal más grande de Europa, pero es un momento único poder estar en Irati en los pocos días en que el bosque alcanza su máximo colorido.
Selva de Irati
El Valle del Baztán y las cuevas de Zugarramurdi es un lugar que es mágico en cualquier época del año y donde los prados siempre van a estar verdes. Pero el otoño también añade su particular colorido a los hayedos, robledales y castaños que salpican sus valles.
Al viajar por Navarra por los valles situados al norte de Pamplona, valles de Baztán–Bidasoa, Roncal, Salalazar, etc o también en puntos de la Zona Media de Navarra, se puede tener la oportunidad de avistar unas construcciones que destacan sobre las demás, edificios que nos trasladan a tiempos de espada, honor y poder. Son las conocidas como casas torre y palacios cabo de armería. Muchas de ellas han perdido aquella prestancia señorial y guerrera que las gentes de la tierra temían y respetaban y se han reconvertido en caseríos de labranza habitadas por gente sencillas que nada tienen que ver con los antiguos palacianos. Otros permanecen abandonados con sus viejos muros agrietados o en ruinas. Pero aún hoy, algunos continúan habitados por los descendientes de sus antiguos señores o bien por nuevos dueños que han sabido restaurarlos devolviendo a las piedras su nobleza y carácter.
Casa torre de Jaureguía.
El verdadero origen de los palacios cabo de armería resulta difícil de precisar. Hay que decir que en estos casos, el término palacio no representa un edificio suntuoso como puede ser el Palacio Real de Olite. Estamos hablando de edificios austeros hechos para la defensa y que tal vez su origen pueda estar en los primeros caudillos baskones que se enfrentaron a las incursiones en Navarra tanto de musulmanes como de carolingios.
Casa torre de Araníbar. siglos XIV Y XV
García de Góngora y Torreblanca, en su «Historia apologética y descriptiva del Reyno de Navarra«, impresa en Navarra en 1628, incluye una definición del palacio cabo de armería: «Palacio de cavo de armería y gentileza es el que no tiene dependencia de otro palacio ni solar, sino que él de suyo es cabeza y origen de otras casas nobles que han salido y descienden de él, y tiene su escudo, blasones e insignia de armas y apellido noble, tiene asiento en Cortes y es por fueros y leyes deste reyno exempto de quarter y otros cargos».
Casa torre de Zozaia
El palaciano estaría en la escala superior de la nobleza, eran los caballeros cabos de linaje, dueños de solares cuna de otras ramas y casas nobles que se irán estableciendo por toda Navarra y, a partir del siglo XVI, también por España y por los virrenaitos de América. Estaban exentos del pago de cuarteles y de cualquier otra contribución, de alojamiento de tropas y de cualquier otra prestación comunal. Podían aprovecharse de pastos, agua y leña en pueblos distintos al suyo. En la iglesia gozaban de honores y preeminencias y ostentaban la condición de capitán a guerra, con mando militar sobre sus paisanos a los que debía conducir al campo de batalla en caso de guerra o invasión del reino.
Casa torre de Zubiría transformada en un caserío rural.
A partir del siglo XVIII, hubo un importante incremento de palacios ante las crecientes necesidades del erario real. La Corona española elevó a la calidad de palacios un buen número de casas hidalgas e incluso alguna cuya nobleza resultaba muy dudosa a cambio de pagos a la Real Hacienda de elevadas cantidades, con las que el rey podía afrontar a duras penas unos gastos cada día más cuantiosos. No todo el dinero recaudado salió de Navarra, las fortificaciones de Pamplona o la reconstrucción de la Colegiata de Roncesvalles fueron algunas de las construcciones costeadas gracias a los pagos realizados para conseguir la titulación de cabo de armería.
El sistema de comprar honores por dinero no fue del agrado del Reino ni de la antigua nobleza de sangre. En 1695 las Cortes de Navarra reunidas en Sangüesa, pidieron al Virrey que por ley no se volvieran a crear palacios por dinero, ya que se vulgarizaba el honor privativo de los palacios cabo de armería antiguos conseguidos por sus servicios personales en guerra y paz. Por entonces, para obtener el asiento en Cortes era preciso poseer notoria calidad, limpieza de sangre, hidalguía y nobleza, lustre y esplendor y trataban de exigir lo mismo para titularse señor de palacio cabo de armería.
Actualmente ¿Qué se exige para ocupar cargos en los gobiernos? Creo que ni el graduado escolar….
La villa navarra de Olite conserva su aspecto medieval con un precioso castillo-palacio construido a principios del siglo XV que fue el orgullo de los reyes de Navarra. En estos días, por las embarradas calles de Olite y por las numerosas estancias de su castillo, se a podido volver a ver a elegantes señores de la nobleza, pobres campesinos, animados mercaderes o diferentes personalidades del clero. Olite hizo un apasionante viaje en el tiempo al siglo XVI.
Soldados, nobles y clero por Olite
Este milagro visual que pudimos disfrutar por dos días fue gracias a la filmación de la serie «Sin límites» , una superproducción de 20 millones de euros que recrea La gesta protagonizada en el siglo XVI por el portugués Fernando Magallanes y el vasco Juan Sebastián Elcano, cuya expedición fue la primera en dar la vuelta al mundo en barco entre 1519 y 1521.
El personaje ficticio de Magallanes estaba en Olite curiosamente en el mismo día que murió 500 años antes a miles de kilómetros de distancia. El palacio de Olite interpreta a su vez el papel del castillo de San Jorge en Lisboa, a cual acude Magallanes para intentar obtener fondos para su proyecto. Las galerías subterráneas serán disfrazadas de cárcel sevillana a donde irá Magallanes a sacar a Juan Sebastián el Cano. Dos días de rodaje para un total en el mejor de los casos de dos minutos de metraje que podremos ver en la pantalla.
El Palacio-castillo de Olite interpretando al castillo de San Jorge de Lisboa.
La expedición, de tres años de duración, de 1519 a 1522, fue financiada por la Corona española y capitaneada inicialmente por el portugués Fernando de Magallanes. Tras la muerte del capitán en batalla, los expedicionarios, al mando de Juan Sebastián Elcano, regresaron a España completando la primera circunnavegación de la Tierra de la historia.
En total, recorrieron 14.460 leguas (69.813 kilómetros). De las cinco naves y 238 hombres que habían partido de Sevilla, solo volvió un barco, la nao Victoria, con 18 hombres famélicos. Fue una gesta tan épica como desconocida fuera de España que por fin se ha decidido llevar al cine.
El guionista de Pamplona Patxi Amezcua, cuenta algunos detalles de la increíble aventura
«Eran viajes totalmente a lo desconocido, nadie sabía si iba a volver, de hecho ni siquiera sabían a dónde iban».
«Aparte de los oficiales y la gente que estaba al mando de la expedición, que sí tenían un criterio y sabían la búsqueda a la que se enfrentaban, el resto era gente que sacaban de la cárcel, ladrones, gente a la que le perdonaban sus deudas o sus delitos a cambio de enrolarse en estas expediciones, o gente de mar que siempre estaban metidos en este tipo de aventuras. Gente de clase tan baja que no tenían otra cosa mejor», ha explicado.
La expedición, de la que se celebra su quinto centenario, marcó un antes y un después en el comercio mundial y en el ámbito científico, pero todavía es un episodio histórico muy desconocido.
Tras grabar en Olite y en Pamplona los siguientes destinos serán País Vasco, República Dominicana, Londres, Sevilla y Madrid.
Ochagavía, Baztán, Selva de Irati, Zugarramurdi, Roncesvalles o Roncal son algunos de los lugares más recomendados para visitar de Navarra en la actualidad por su gran belleza pero siglos atrás eran lugares a los que nadie quería viajar. Sus grandes montañas, enormes bosques, verdes prados, profundas cuevas y numerosos ríos que ahora nos maravillan, en los siglos XVI y XVII se sospechaba que eran los lugares ideales para las reuniones de los seguidores del Diablo.
El mismo Menéndez y Pelayo definiría a Navarra como tierra clásica de la brujería española y en uno de sus relatos pone en boca de un joven soldado que había ido a batallar en 1522 al sitio de Fuenterrabía, y desviado su camino a Navarra, las siguientes palabras: «….y luego que entramos en Navarra fui avisado que las mujeres en aquella tierra eran grandes hechiceras encantadoras y que tenían pacto y comunicación con el demonio…..»
Podemos viajar al año 1308 en el que se inicia un proceso al obispo Guichard en el que se le acusa de prácticas hechiceras, habiendo fabricado una figura de cera a la que se bautizó con el nombre de la Reina Juana de Navarra atravesando su cabeza con un punzón. A cuyos hechizos, dicen, murió la reina. Desde entonces la tradición dice que el esqueleto de la reina se aparece por la Selva de Irati acompañada de brujas y lamias.
Al oír la frase brujería en Navarra, nuestra mente viaja a Zugarramurdi y sus cuevas pero en Ochagavía, Roncesvalles y sus respectivos valles ya hubo cazas de brujas casi cien años antes de que el nombre de Zugarramurdi sonara en el mundo como lugar de akelarres. Es sobre todo en el norte montañoso de Navarra donde se van a suceder los procesos de brujería. Valcarlos y Roncesvalles (1525) Valles de Salazar y Roncal (1539, 1569 ) Anocibar y valles vecinos (1575,1577), Valle de Aráiz (1595) y el más famoso, el de Zugarramurdi, Baztán, Bertizarana, Santesteban, celebrado entre 1609 y 1610.
El 17 de enero de 1525 el licenciado y miembro del Consejo Real Pedro de la Balanza, en medio de una tempestad de nieve, parte de Pamplona hacia los valles de Salazar y Roncal con la misión de reprimir los brotes de brujería que allí se decían haber surgido. Tras una primera toma de contacto y hecha una redada en masa de brujas y brujos, Pedro de la Balanza vuelve a Pamplona el 22 de febrero para informar del «inquirir de los bruxos y de las bruxas de la valle de Roncal y de Salazar y otras partes». Muchos habían sido ya traídos a las cárceles reales de Pamplona y algunos de ellos ejecutados.
Siguieron varios viajes más a los valles de la montaña navarra para limpiar la zona de brujas. Entre su comitiva iban «dos mozas brujas que conocían las brujas» (niñas que aseguraban reconocer a las brujas viendo la marca del diablo en sus ojos). Pedro de Balanza relata una de sus experiencias cuando acompañado de 20 hombres, visitaron una casa del Valle de Salazar donde habitaba una bruja confesa. Tras pedirle que se untase como solía hacer para ir al aquelarre, la bruja fiada en la palabra del licenciado de que, si así lo hacía, quedaría libre de toda acusación y de los hierros en que la tenían, la bruja invocó al diablo tras haberse ungido con un ungüento ponzoñoso con su mano izquierda. Vino el diablo «la tomó y se puso a andar por la pared de pies y manos como si fuera una lagartija, levantóse en el aire a vista de todos y se fue volando».
Tras seis meses de arrestos y ejecuciones, el acto final lo realizó en Burguete con la quema de «cuatro bruxas y un hombre», acontecimiento al que acudieron numerosas gentes de ambos lados de los Pirineos.
Crucero de Ochagavía. Los cruces de caminos eran uno de los lugares en los que el diablo y sus seguidores se juntaban. Foto gobierno Navarra
Una epidemia pudo ser la mecha de que la brujería volviera a aparecer en Ochagavía en 1539. Diversas muertes acaecidas en poco tiempo solo podía causarlas el diablo por medio de aquellos que le tenían vendida el alma. Todavía estaban frescos los recuerdos de los acontecido en 1525 y seguían presentes en la iglesia con los sambenitos que colgaban en sus muros para delatar a los que habían ejercido la brujería. Esto llevó a un nuevo auto de fe celebrado en Pamplona en marzo de 1540. De aquí saldrían diferentes confesiones;
La primera de ellas era María Zubiat, vecina de Ochagavía y de sesenta y cinco años de edad, quien confesó haber renegado de Dios y haber obligado a hacerlo a su nieto Martín Zubiat, y haber echado ciertos polvos a su marido y a su yerno cuando estaban enfermos, causándoles la muerte a los tres días. Asimismo, admitió que llevaba cuarenta años sirviendo al demonio y que asistió a ayuntamientos y echó polvos en el manzanal de Ollarceguia. De Ochagavía también procedía Catalina Beguieder, de sesenta años de edad, que declaró que por mediación de una tal Catalina Xagaspe, quien figuraba entre las brujas procesadas por Balanza en 1525, renegó de Dios, de la Virgen, de los Santos y de sus padres para conseguir pan pues hacía tres días que no comía. Además, confesó haber inducido a María Remón a renegar de Dios y haber asistido a los ayuntamientos en los que vio al demonio. Juana Quiape, llamada la “Vieja de Bildoz”, al igual que Catalina Beguieder, era vecina de Ochagavía y tenía más de sesenta años. Esta supuesta bruja afirmó en su confesión haber renegado de Dios y haber obligado a hacerlo a Juanot Legar. Asimismo, declaró haber desenterrado a una criatura para sacarle el corazón con el fin de que el demonio le diese bienes, y haber ido al manzanal de Ollarceguia a echar polvos a un rocín de Martín de Echegoyen. Junto a ella, Catalina de la Torre, también de sesenta años de edad, sostuvo en su declaración que Catalina Artusa le hizo renegar de Dios convenciéndola de que si lo hacía, sería rica. Además, manifestó que había torcido las ramas de un sabuco y se las había ofrecido al demonio, su señor, a quien rogó en varias ocasiones que le diese bienes y haciendas.
Por su parte, Catalina de Jaurrieta, llamada la “Sorora”, de treinta y cinco años de edad, confesó haber renegado de Dios hacía quince años y se arrepintió de este pecado ante el alguacil Beruete y el bachiller Leoz. Declaró también que hizo renegar a Mariato, hija de Fortunio el sastre, y que vio al demonio en figura de gato.
Ojo con los que tenéis gatos en casa!!
Datos extraídos de;
«Navarra en la noche de las brujas» Fernando Videgáin Agós
«Las brujas de Ochagavía y sus documentos 1539-1540» Rocío de la Nogal Fernández
Benjamín de Tudela hizo un viaje desde Navarra por todo el Mediterraneo y Oriente Medio cien años antes de que lo hiciese Marco Polo. Dentro del Reino de Navarra, la aljama de Tudela era un importante centro cultural durante la Edad Media. Allí nació alrededor del año 1130 Benjamín bar Yonah, más conocido como Benjamín de Tudela, hijo del Rabí Jonah de Navarra en una población dominada por cristianos tras la conquista de la ciudad por Alfonso el Batallador en el año 1119.
Tudela desde el río Ebro. Foto Gobierno de Navarra.
Benjamín era un rabino sabio e ilustrado conocedor del árabe, el hebreo, el arameo y el latín así como del romance navarro. Realizó un viaje en el que visitó cerca de 200 ciudades de Europa y Oriente y que concluyó en el año 4933 de la era judía correspondiente al 1173 de la era cristiana. Gran observador, anotó y detalló con precisión y realismo todas las ciudades y tierras que visitó, sobre todo y particularmente, anotó las comunidades judías que le recibieron, cuantificó el número de sus miembros, describió sus actividades económicas y sus vínculos con la historia de Israel.
No se sabe a ciencia cierta el motivo que le impulsó a hacer semejante viaje, se barajan diferentes opciones como la de un peregrinaje a Jerusalén, conocer Bagdad, informar de las rutas comerciales u observar posibles refugios en caso de persecuciones. Sea como fuere, de sus anotaciones recogidas durante su periplo entre 1165/66 y 1173 (fechas aproximadas) un autor anónimo escribió «El libro de viajes» o «Sefer mass,ot», el cual es un conjunto de notas sucesivas recogidas cronológicamente de los viajes que realizó. El libro comienza con un prólogo del autor;
«Este es el libro de viajes que compuso Rabbí Benjamín de Tudela bar Joná del país de Navarra, que en gloria esté. Rabí Benjamín partió de Tudela, su ciudad natal y recorrió países diversos y remotos, según se narra en este libro. De cada lugar que visitó, escribió cuanto vio u oyó de boca de personas fidedignas: relatos que nunca antes habían sido escuchados en Sefarad. ( topónimo bíblico que la tradición judía ha identificado con la península ibérica)…….» «…..El libro comienza de la siguiente manera:»
«Salí de mi ciudad hacia Zaragoza y, siguiendo el curso del río Ebro, llegué a Tortosa. Desde aquí en dos días de viaje , arribé a la antiquísima ciudad de Tarragona, situada junto al mar, que posee restos ciclópeos griegos sin parangón con cualquier otra edificación de Sefarad. Desde Tarragona, a dos jornadas de viaje, se encuentra Barcelona donde existe una comunidad santa con hombres sabios e inteligentes y grandes príncipes. Barcelona es una pequeña y hermosa ciudad costera. Llegan hasta ella comerciantes provenientes de todos los lugares: de Grecia, de Pisa, de Génova, de Sicilia, de Alejandría de Egipto, de Israel, de África y de todos los confines. Desde Barcelona hay un día y medio hasta Girona, donde radica una pequeña comunidad judía. Desde allí, a tres jornadas de distancia se llega a Narbona, ciudad eminente por sus estudios de la Torá, desde la cual…..»
El libro continúa recopilando información de las ciudades que iba recorriendo, sus características, países a los que pertenecían, su actividad económica así como de las grandes rutas comerciales, en una época de gran inestabilidad debido a los conflictos internos entre cruzados y los ataques sarracenos que había tras la segunda cruzada.
Visitará muchas ciudades y algunos lugares que ya no existen en la actualidad, que han cambiado de nombre, que nos suenan de los relatos bíblicos, o que son noticia en la actualidad por sus conflictos bélicos, como Constantinopla, Damasco, Saba, Belén, Egipto, Persia, Jerusalén, Bagdad, etc. A continuación he extraído algunos fragmentos como ejemplo de las descripciones que hace de algunos lugares emblemáticos en la historia del mundo.
«Jerusalén es una ciudad pequeña fortificada con tres órdenes de murallas. Sus pobladores son de origen muy variado, los musulmanes los designan como armenios, griegos, georgianos y francos. Son un conjunto de todas las lenguas. No hay en toda la ciudad una estructura más sólida que la Torre de David. Existen otros dos edificios, uno es el Hospital al que se hallan asignados 400 caballeros y donde se alojan todos los enfermos que son diligentemente atendidos tanto en vida como en muerte.» ( El Hospital dio nombre a la orden de Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, fundado hacia 1050, adquirió gran importancia a raíz de la conquista de Jerusalén en la primera cruzada). «El otro edificio llamado, Templo de Salomón corresponde al palacio construido por el rey Salomón, la paz sea con él.»
«En Jerusalén está también la gran iglesia llamada el Sepulcro, donde se encuentra la sepultura de aquel hombre.» ( En referencia a Jesucristo) Lugar al que que se dirigen los peregrinos.
«Desde el monte de los olivos se divisa el mar de Sodoma. (El Mar Muerto). A dos pasarangas (medida de distancia) de aquí se encuentra la columna de sal en la que se convirtió la mujer de Lot»
«De Baníes hay dos jornadas a Damasco, la grande ciudad que constituye el inicio de los dominios de Nur-el-Din, rey de los turcomanos o turcos. Es una ciudad amurallada hermosa y populosa en una región de huertos y jardines. No existe en todo el orbe una ciudad tan fértil como ésta. En ella está la mezquita musulmana conocida en árabe como Yami Dimask, un edificio que no tiene igual en todo el mundo. La mezquita tiene una pared de cristal, una obra propia de magos, en la que aparecen tantos orificios como día tiene el año……»
«A dos jornadas de Mahallah se encuentra Alejandría de Egipto a la que su fundador , Alejandro de Macedonia le impuso su propio nombre, dotándola de edificios suntuosos y muy hermosos. Sus casas, palacios y murallas son magníficas. Fuera de la ciudad se encuentra la academia de Aristóteles, maestro de Alejandro.» (Lugar donde se hallaba la famosa biblioteca de Alejandría). «….. Alejandro mandó erigir una gran torre, el Faro, para vigilar a los barcos provenientes de Grecia y países de Occidente que se aproximaban con fines bélicos.» ( El Faro de Alejandría construido en el siglo III a.C, tenía una altura superior a los 110 metros y era una de las siete maravillas del mundo.)
«…..Tras cinco jornadas entre montañas llegó a la gran metrópoli de Constantinopla- Istanbul, que era la capital de todo el país de Javán llamado Grecia, en el cual reinaba el emperador Manuel, con doce príncipes, cada uno con su palacio….» «…..Era una ciudad bulliciosa, solo comparable a Bagdad, la gran ciudad de los ismaelitas. (musulmanes-árabes). Disponía en abundancia de ropa, carne y vino, y de mayor riqueza que cualquier otro país…..» «En la ciudad estaba el papa griego pues los griegos no siguen la disciplina del papa de Roma….»
Para concluir, una divertida descripción que hace de Rusia en su viaje de retorno. «Rusia es un reino muy amplio. Va desde la puerta de Praga hasta la puerta de Kiev, la gran ciudad en el otro extremo del imperio. Nadie traspasa la puerta de su casa en el invierno a causa del frío que hace allí. Hay personas a las que se les ha caído la nariz por el frío tan extremo….»
La localidad navarra de Roncal/ Erronkari se incluyó en el 2021 en la lista de la asociación «Los pueblos más bonitos de España» uniéndose a Ujué/Uxue que lo hizo en 2017. Roncal da nombre además al precioso valle pirenaico en el cual está situado. Formado por las villas de Ustarroz, Isaba,Urzainqui, Vidangoz, Garde y Burgui, el conocido como Valle del Roncal sigue el curso del río Esca que desciende desde las montañas del Pirineo. Todos estos pueblos presentan una atractiva estructura rural, con sus típicas casas pirenaicas y sugerentes calles estrechas y empedradas.
Valle del Roncal
Roncal está coronado en lo alto del pueblo por la iglesia de San Esteban ( del siglo XVI ), desde donde se desparrama su apretado caserío hasta alcanzar las orillas del río. Al pasear por sus calles se puede contemplar enormes casonas señoriales de los siglos XVII y XVIII luciendo orgullosas sus escudos nobiliarios.
Caserío y huertas de Roncal con su iglesia de San Esteban
Roncal también da nombre a la primera Denominación de Origen otorgada en España. Hablamos del popular y sabroso «queso del Roncal«, un queso artesanal producido con leche cruda de oveja rasa y oveja latxa, cuajo y sal.
En Navarra, cuando se habla de Roncal, enseguida nos viene a la memoria su hijo más ilustre, el célebre tenor Julián Gayarre, uno de los más importantes de la historia de la ópera, nació en Roncal el 9 de Enero de 1844 y falleció en Madrid el 2 de enero de 1890. Al día siguiente, de acuerdo con su última voluntad, su féretro, que fue despedido multitudinariamente en las calles de Madrid, fue trasladado en ferrocarril a Navarra para ser entregado en su localidad natal. En 1901 fue colocado en el cementerio otro de los atractivos de Roncal, el mausoleo de Gayarre, una de las mejores obras de su amigo, el escultor Mariano Benlliure, el cual fue diseñado para ser colocado en Madrid frente al Teatro Real y que figuró en la Exposición de París en 1900.
Gayarre, cuya vida estaba destinada a ser un pastor recorriendo las montañas del Valle delRoncal, oficio que desempeño hasta la edad de 15 años, acabó sin embargo triunfando en escenarios como Viena, Moscú, San Petersburgo, Londres París, Montecarlo, Lisboa, Buenos Aires, Río de Janeiro, Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia o Sevilla.
Julián Gayarre, también dejó su huella en Roncal, regalando la construcción del frontón y las escuelas, además de su casa natal, donde actualmente está situada la Casa Museo Julián Gayarre, donde entre otras cosas está expuesta la laringe del tenor. No existen audios que nos permitan escuchar su prodigiosa voz pero si se sabe de los grandes elogios que le dedicaban los críticos de la época. A nivel popular nos queda el sonido de la otra gran voz de Navarra, el jotero de Murillo el fruto Raimundo Lanas dedicando al tenor una de sus jotas.
«Dos hombres tuvo Navarra que la hicieron inmortal: el famoso Sarasate y Gayarre el del Roncal»
Roncesvalles surge entre las montañas de Navarra como Santuario y Hospital del Camino de Santiago en 1132. Pero Carlomagno y Roldán ya atravesaron este paso de los Pirineos en el año 778 cuando era conocido como Errozabal por sus habitantes los vascones. En algún lugar de esta preciosa zona de Navarra se producirá la primera derrota conocida de las fuerzas carolingias, el principal cuerpo militar de la Europa de su tiempo.
Colegiata de Roncesvalles. Foto cedida por Gobierno de Navarra
A finales del siglo, VIII Carlomagno ansía acrecentar sus dominios hacia la península ibérica y la oportunidad se le presenta cuando el Valí de Zaragoza, Sulayman le ofrece su ciudad en pleitesía a cambio de su apoyo para independizarse del Emirato de Córdoba. Carlomagno aplaza su expansión por Sajonia (actual Alemania) y atraviesa toda la Galia para entrar en la Península a través de ambos extremos del pirineo y llega a Zaragoza, donde su defensor Al-Husain al-Ansarí, se niega a cumplir la promesa del Valí. Tras el fracaso de su empresa, regresa a territorio franco por Pamplona, viaje que aprovecha para destruir las murallas de la ciudad. Carlomagno cruzará la mañana del 15 de agosto la aldea vascona de Luzaide, nombrada posteriormente como Valcarlos (Vallis Karolis) en referencia a Carlo Magno. En su retaguardia van importantes hombres encabezados por su sobrino Roldán, Prefecto de la Marca de Bretaña, quienes tenían como cometido supervisar el paso de la comitiva hasta que Carlomagno y el grueso de las tropas cruzaran los Pirineos. La retaguardia inició su andadura por la tarde, con el objetivo de descender a Valcarlos al anochecer, pero nunca llegó. Un grupo de vascones asaltaron por sorpresa a la retaguardia en un combate que según las crónicas, duró hasta el anochecer. Cuando el grueso de la comitiva real de Carlomagno acampada en Valcarlos escuchó la llamada de auxilio del cuerno de Roldán, era demasiado tarde, nadie sobrevivió al feroz ataque vascón.
El biógrafo de Carlomagno describió lo acontecido de la siguiente manera; «…con el mayor aparato de guerra, marchó a Hispania, y salvados los montes Pirineos, logró la sumisión de todas las fortalezas y castillos. Volvió con el ejército salvo y completo, a excepción del daño que al regreso, en la misma cima de los Pirineos, tuvo que experimentar por la perfidia de los vascones, cuando el ejército desfilaba en larga columna, por no permitir otro modelo la angostura del lugar. Descolgándose de las montañas atacaron a los del último escuadrón que servía de defensa a los que iban delante y los empujaron al barranco donde mataron a todos, sin que dejasen uno. Saquearon después el botín y el bagaje y, con suma presteza, se dispersaron por la montaña amparados por la noche que ya caía, Ayudó a los vascones así la ligereza de su armamento como la configuración del lugar. Por el contrario a los francos tanto la pesadez de su armamento como la iniquidad del lugar, hizoles inferiores en todo. En esa batalla perecieron entre otros muchos, Eghinardo, maestre sala del rey, el conde palatino Anselmo, y Hruodiondo, prefecto de la Marca de Bretaña….» Después escribiría que Carlomagno jamás se recuperaría de ese desastre.
la derrota será contada y exagerada en una mezcla de realidad y leyenda siendo el origen del cantar de gesta franco «Chansón de Roland», el primer cantar de gesta conocido en lengua romance, escrito a mediados del siglo XII, tres siglos más tarde de cuando aconteció la batalla. La Chansón narra los hechos muy alterados dándole a Roldán la imagen de héroe mítico.
La tradición también nos habla de la posibilidad de que los restos de Roldán y su ejército estén enterrados en el Osario de Roncesvalles, más conocido como el silo de Carlomagno. De momento los arqueólogos siguen estudiando los huesos acumulados en el osario.
Salió de Navarra hacia Estados Unidos para acabar finalmente en México. Era el año 1916, veinte años atrás nació a las puertas de la Selva de Irati, en el precioso Valle de Aezkoa, al pie de las montañas del Pirineo navarro, en un pequeño pueblo llamado Abaurrea Baja o Abaurrepea en euzkera. Feliciano Iribarren Arrese, criado en una familia de diez hermanos dedicada a la ganadería fue uno de tantos que abandonaron su tierra natal para buscar una mejor vida en algún lugar de América.
El río Irati atravesando el Valle de Aezkoa.
La despedida con sus padres, sus hermanos más pequeños y su novia, Susana de Machingo, fue triste.
Antes de la partida su abuela Juana María le había dado a Feliciano un regalo que jamás olvidaría:
Era una bolsita, como de seda, color verde aceituna y estas palabras:
Le dijo que cuando regresara a España se la llevara llena de dinero. Que nunca volviera ni pobre ni viejo. Pienso que ella le dio a entender que tenía que triunfar en América”
Hasta aquí sería un relato más de emigrantes, y fue precisamente a raíz de la publicación en este blog de «la emigración navarra a México. Desde héroes de la Independencia adominadores del pan.» https://navarraexcursiones.com/2020/12/29/emigracion-navarra-mexico-elizondo-baztan/ cuando la hija de Feliciano, Cristina Iribarren se puso en contacto conmigo para comentarme sobre la vida de su padre y ahí descubrí la historia de Feliciano, la cual cobra aún más relevancia en la actualidad. En unos tiempos en que la emigración y la búsqueda de vacunas para salvarnos de la pandemia son las noticias principales de cada día, en un momento en que nos estamos dando cuenta de la importancia de la ciencia y de la investigación, muchos años atrás Feliciano ya estaba preocupado por las enfermedades que asolaban en su época y prometió levantar un monumento a quien lograse curar enfermedades como la neumonía y las infecciones, las cuales acababan con muchas vidas.
Corría el año de 1928 cuando don Feliciano Iribarren Arrese se enteró por los periódicos de un suceso inaudito, insólito, extraordinario:
El descubrimiento de la penicilina por el sabio científico escocés Alexander Fleming.
Ocurrió cuando unos cultivos de estafilococos que Fleming había dejado en el laboratorio, antes de irse de vacaciones de verano, se contaminaron con un hongo llamado penicillium notatum,
A su regreso en septiembre, Fleming observó que alrededor del moho se habían formado zonas circulares en las cuales no se detectaba presencia de bacterias, un hallazgo que décadas después revolucionaria la medicina de siglo XX.
Millones, o quizá billones, de personas en el mundo se salvaban de morir de diversos tipos de enfermedades causadas por bacterias, que se consideraban incurables o muy difíciles de sanar, gracias a la penicilina.
Por su descubrimiento Fleming recibió en 1945 el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, que compartió con el patólogo británico de origen australiano H. W. Florey y el químico británico de origen alemán E.B. Chain, los científicos que lograron aislar y producir el antibiótico.
Hoy Fleming es considerado uno de los 100 hombres más importantes del siglo XX.
Feliciano había quedado maravillado, encantado, con tal descubrimiento y decidió que le pondría un monumento a Fleming a las afueras de su rancho “Pirineos”, a orillas de la carretera 57, en el tramo que va de Monclova a Sabinas, Coahuila.
Monumento Erigido en honor de Alexander Fleming en México.
Feliciano Iribarren nunca volvió a Abaurrea Baja, aunque como cuenta su hija nunca se olvidó de su tierra y mantuvo el contacto con sus padres a través de las cartas. «Eran unas cartas muy tristes, porque el abuelo les decía que todos los días salía a Los Pirineos, o sea a las montañas navarras, para ver si veía venir a uno de sus hijos de América. Les mandaban decir de la muerte de la abuela Fernanda, de todas las novedades de allá, de los que se casaban, les preguntaba que cómo estaba México, que a qué se habían dedicado, que cuánto ganado tenían, que le mandaran unos guantes de piel, una chaqueta. Eran cartas muy hermosas las que les escribía en 1922 que me da mucho sentimiento, porque cuando la inundación de Sabinas en el 2010 se perdieron todas»
Abaurrea Baja
La pregunta que todos nos hacemos de como se le ocurrió hacer un monumento a alguien quien vivía a miles de kilómetros también se la hizo su hija. “le decía yo ‘papá, ¿por qué hizo eso?’, dijo ‘porque yo admiraba mucho a Fleming, por todas las vidas que salvó’ y dijo ‘cuando yo me muera van decir de mí que era «un vasco loco que hizo un monumento’”.