Una excursión por la Selva de Irati para visitar el pulmón de Navarra, es un viaje para disfrutarlo con los cinco sentidos. La Selva de Irati tiene una extensión de 17.000 hectáreas, la mayoría en el territorio de Navarra, aunque también alcanza, las regiones francesas de la Baja Navarra y Zuberoa.
Ermita de la Virgen de las nieves.
Su enorme biodiversidad compuesta de montañas, bosques, ríos y pastizales, permite el hábitat en verano de ovejas, caballos y vacas que aprovechan el pasto fresco y abundante.
vacas pastando en la Selva de Irati
Sobre su cielo vuelan aves como milanos, buitres, águilas, grullas o el rarísimo Pico dorsiblanco, y durante todo el año, sus bosques son refugio para martas,corzos, ardillas, lirones, jabalíes, lirones, ciervos o zorros.
Un simpático zorro que nos encontramos en una de las excursiones a la Selva de Irati
A pesar de su gran estado de conservación y de preservar zonas en estado casi virgen, la Selva de Irati ha estado siempre humanizada, desde los primeros cazadores y pastores que utilizaron sus recursos, hasta tiempos más recientes, cuando la madera de haya y abeto era un material muy necesario para la construcción naval y para la producción de carbón, el cual era muy necesario para la fabricación de armas.
La fábrica de armas de Orbaizeta
También los seres mitológicos tienen su lugar en la Selva de Irati, En las orillas de los ríos suelen estar las «Lamias», hermosas mujeres con pies de pato que pasan el día peinándose sus largas cabelleras con peines de oro.
En las orillas del río Irati suele estar las lamias.
En lo profundo del bosque habita el «Basajaun», el señor de los bosques, un ser grande y peludo que se encarga de cuidar el bosque y los seres que lo habitan, ten cuidado con tirar basura en Irati porque puede que recibas un piñazo en la cabeza sin saber por donde te ha venido.