La excursión de los vikingos por Navarra hasta Pamplona no fue para correr delante de los toros en las fiestas de San Fermín. Actualmente es mucha la gente del norte de Europa que se anima a visitar Navarra y Pamplona, pero en el siglo IX debió de ser toda una sorpresa para los vascones que habitaban Pamplona la llegada de aquellos Normandos ( hombre del norte ) que saqueaban toda tierra que estaría al alcance de sus barcos ( drakkar ). Igual fue la primera vez que en Pamplona la gente corría delante de cuernos, imaginando a los vikingos con sus cascos con cuernos persiguiendo a la población por las calles, ( aunque esto de los cascos con cuernos de los vikingos parece que fue una invención de las películas de Hollywood ).
No se sabe muy bien como los vikingos pudieron llegar a Pamplona, una de las teorías defiende que lo hicieron remontando el río Ebro y sus afluentes, el río Aragón y el río Arga, hasta alcanzar Pamplona. Otra teoría afirma que lo hicieron desde el mar cantábrico, surcando parcialmente el río Bidasoa hasta donde les fue posible y alcanzar Pamplona caminando por la calzada romana Oiasso- Pamplona, esta teoría puede ser bastante creíble teniendo en cuenta que en el año 2008, a la altura de Endarlatza, en la frontera entre Navarra y Guipuzcoa, fue encontrado un drakkar en bastante buen estado.
En cualquier caso, los vikingos entraron en Navarra en el año 859 y consiguieron hacer prisionero al rey de Pamplona García Iñiguez. Para liberarlo pidieron un rescate de 70.000 dinares de oro, una enorme suma de dinero para el pequeño y joven reino vascón. El rey fue liberado para conseguir el dinero a cambio de dejar como rehenes a sus hijos.
Al final, los vikingos recibieron el rescate y los rehenes fueron liberados.
En la actualidad muchos descendientes de estos vikingos vuelven a visitar Pamplona cada 7 de julio.