Las primeras excursiones San Francisco de Javier fueron por Navarra, al Monasterio de Leyre, Pamplona, Tafalla o Sangüesa para estudiar, e incluso al Valle del Baztán para visitar la familia de su madre, pero pronto abandonó el Castillo de Javier, su casa natal, para viajar a París, a Roma y en un viaje sin retorno hasta Asia, llegando a recorrer alrededor de 120.000 Kilómetros ( sin aviones ni coches ).