Archivos Mensuales: abril 2017
BLANCA DE NAVARRA Y SU PRISIÓN. CASTILLO DE PEÑAFLOR
Una excursión por Navarra que nos lleva a su época medieval, un rincón escondido de Navarra en una Reserva Natural, una princesa navarra encerrada en un castillo. Todo eso, es el castillo de Peñaflor.
El viento y la lluvia que han esculpido las cercanas Bardenas Reales, han erosionado aquí la base en donde se sostiene en equilibrio, haciéndolo incluso más inexpugnable para acceder a su torre que en los tiempos en que fue construido por Sancho el Fuerte en el siglo XIII.
Proteger la frontera de Navarra con Aragón fue para lo que se mandó construir en primer lugar, pero luego fue usado para perseguir los abundantes bandoleros que se escondían en las Bardenas y según cuenta la leyenda, también fue la prisión de la princesa Blanca de Navarra, a quién su padre Juan II de Aragón encarcelaría a pan y agua por negarse a casarse con el prometido que él había escogido para ella (seguramente sería viejo y feo) . Como en los cuentos, todas las noches venía un pastor (seguramente joven y guapo) a traerle queso y leche. Como recibiría la princesa estos regalos desde la torre en que estaba prisionera? no hay datos registrados (claro! era todo en secreto) pero supongo que lanzaría por la ventana de la torre su larga cabellera de princesa y el pastor ataría a su pelo sus ofrendas. Tiempo después de ser liberada, la princesa, en agradecimiento le regaló las tierras donde se ubicaba el castillo.
Lo cierto y lo que para mí le da más romanticismo, es que desde aquellos tiempos, el castillo jamás ha sido reconstruido o modificado y las ruinas que han llegado hasta nuestros días, son el producto del desgaste sufrido en su solitario emplazamiento durante cientos de años por el sol, el frío, la lluvia o el potente viento del cierzo.
EN NAVARRA, LA SEMANA SANTA ES DE COLORES.
Los nuevos amigos que viajaron con Navarra excursiones a lugares tan diferentes como las Bardenas o el Valle del Baztán esta Semana Santa, han podido disfrutar de la diversidad de Navarra en su cultura, paisajes y colores.
En menos de 24 horas, pasaron de disfrutar de las caprichosas formas y los colores ocres y rojizos de las Bardenas Reales.
A los colores verdes de los bosques y prados del Valle del Baztán, salpicados de los colores blancos y rojos de sus caseríos.
Así es la Navarra que tanto gusta a los que nos visitan y que tanto disfrutamos los que tenemos la suerte de vivir en ella, del privilegio de poder escoger pasar un día entre bosques, rios y montañas, en planicies, lagunas y desierto, en la cercana costa vasco-francesa, en villas medievales, renacentistas o romanas……tú elijes.
DEL VALLE DEL BAZTÁN SALIÓ LA CERVEZA CORONITA
El Valle del Baztán y Elizondo no están relacionados solo con el agua, la cerveza también es parte de su historia. En Navarra eran tiempos de emigración a América y uno de los que dejó Baztán y marchó a México fue Braulio Iriarte. Nacido en la casa Martindenea del barrio Txokoto de Elizondo (Valle de Baztan, Navarra) en 1860. Hijo de campesinos, sin formación académica, oficio, ni capital alguno, emigró joven, con 17 años, en 1877, a México, destino minoritario de la emigración navarra en el siglo XIX. Empezó como empleado en una panadería, y a comienzos del siglo XX había llegado a ser un gran empresario panadero, propietario de unas ochenta panaderías, y posteriormente harinero, dueño, primero en sociedad con los también navarros Fermín Echandi y Juan Oteiza, y después solo, del molino “Euskaro” en la ciudad de México, y del molino “Beti-Ona” de la “Compañía Molinera Veracruzana” en el puerto de Veracruz, con sus sobrinos Agustín Jáuregui Iriarte (Elizondo, Baztan, 1890) y José Larregui Iriarte (Elbete, Baztan, 1899).
En 1913, durante la Revolución mexicana, Braulio Iriarte decidió entrar, en sociedad con un grupo de empresarios panaderos navarros, en un tercer negocio relacionado con la panificación fundando la sociedad “Levadura Comprimida Leviatán, S.A.”, primera empresa en México dedicada a la fabricación de levadura para pan, producto antes importado de los Estados Unidos hasta la Revolución.
Como buen navarro, en un momento dado debió pensar que «no solo de pan vive el hombre», a falta de la sidra del Baztán o del vino de Navarra, decidió dar el salto a la cerveza y el 8 de marzo de 1922, Braulio Iriarte fundó la “Cervecería Modelo, S.A.” empresa que comenzaría en 1925 a fabricar las cervezas de marca “Modelo”, “Corona” y “Negra Modelo”.
Según relataba el diario español El Sol, “la inauguración de esta hermosa fábrica tuvo efecto el día 25 de octubre de 1925, a la que concurrió el presidente de la República Mexicana, señor don Plutarco Elías Calles, acompañado de todo su gabinete; asimismo asistió el excelentísimo marqués de Berna, ministro de España en México, y casi todo el cuerpo diplomático, además de todas las personalidades en los negocios, finanzas e industria, e innumerable cantidad de público”. Este acontecimiento pone de relieve la trascendencia social y económica de la instalación de esta fábrica en la ciudad de México.
Ochenta años después, la fábrica de cerveza se encuentra en el mismo lugar, su marca Corona ( aquí conocida como Coronita, por un tema de competencia de marcas ) es la cuarta más vendida del mundo.Y si haces una excursión por Elizondo, puedes pasear por la calle Braulio Iriarte.
SOBRE LA PELÍCULA «EL GUARDIÁN INVISIBLE», EN ELIZONDO LLUEVE, PERO NO TANTOOOOO….
Tras hacer una excursión por el Valle del Baztán, paré en Pamplona para ver la película «El guardián invisible». En Navarra parece que está teniendo mucho éxito, de hecho, no pude verla en Tafalla porque las entradas se agotaron. Para los que no sepan mucho de que va la película, decir que está basada en el primer libro de la Trilogía del Baztán escrita por Dolores Redondo, recientemente galardonada con el premio Planeta 2016. La película está ambientada en Navarra, en el Valle del Baztán y sobre todo en Elizondo.
Sin entrar en el análisis de la película, (hay opiniones para todos los gustos) lo que si me llamó la atención fue la manera de llover durante toda la película, que barbaridad…. Es verdad que el norte de Navarra es húmedo, por eso es tan verde y tan hermoso, pero a mitad de película me estaba empezando a preocupar en mi butaca, a ese ritmo de lluvia el río tiene que estar a punto de desbordarse, le comenté a mi amigo sentado al lado mío. Él también parecía preocupado, como pescador de salmón que es, se estaba preguntando si todo ese agua se llevaría las huevas de los salmones del río Bidasoa. Creo recordar que en la novela también llovía a menudo, pero describía un xirimiri, una lluvia suave, en la peli en cambio, caía la lluvia a cántaros y amenazaba con repetirse una riada como la que arrasó Elizondo en 1913.
Afortunadamente, la detective Amaia Salazar resolvió el caso y la lluvia cesó. Fueron más de dos horas de película, equivalentes a unos siete u ocho días de novela (no estoy seguro) sin parar de diluviar. Pude salir más tranquilo del cine sabiendo que al Valle del Baztán no se lo llevaron las aguas. Puedo decir que a día de hoy, no llueve en Elizondo, y no se esperan lluvias de esa magnitud hasta el estreno de la segunda película sobre la trilogía del Baztán «Legado en los huesos».