En el norte de Navarra, alejado de grandes núcleos de población, escondido entre grandes bosques, se encuentra el Molino del Infierno, sobre la Regata del Infierno. Hasta los años sesenta, los vecinos de los caseríos esparcidos de la zona, venían a moler maíz aprovechando la fuerza del agua de su cascada natural. Hoy en día, es un agradable paseo en un bello entorno natural.